La culpa de que la lectura modificara tu cerebro es de Martín Lutero

La lectura es una habilidad que ha influido profundamente en el ser humano y que ha contribuido a cambiar radicalmente nuestras vidas. De hecho, los cambios que provoca la lectura se reflejan en la misma estructura del cerebro.

¿Cuándo y por qué se comenzó a leer masivamente? Son preguntas que entonces van ligadas a cuándo y por qué comenzó el cerebro humano a mostrar las modificaciones que conlleva la lectura. En This view of life, Joseph Henrich publica un interesante e ingenioso artículo según el cual podríamos «culpar» de la generalización de la lectura, y por lo tanto de los cambios físicos de nuestro cerebro, a Martín Lutero.

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Un papel europeo antiguo podría ser una prenda interior medieval reciclada

En esa época [alrededor de 1230] el papel se hacía en Francia e Italia, donde halló su principal hogar en Europa.

En los primeros años, el oficio se centra en Fabriano, en el centro este de Italia, una zona famosa por sus rápidas corrientes de agua pura y por su industria de forja de metales. [..] Las fibras requeridas se encontraban a menudo en la tela usada para la ropa interior, más fina. Menuda ocurrencia, cuando tiene uno en la mano un papel europeo antiguo, pensar que a lo mejor está inspeccionando una prenda interior medieval reciclada.

Con el paso del tiempo, las imprentas engendraron una amplia demanda de papel y los trapos empezaron a escasear. Las ciudades promulgaron leyes que concedían a sus manufactureros locales el derecho de ser los primeros en elegir los trapos en su área; en cierto momento, hasta se prohibió enterrar a la gente con ropa que pudiera servir para fabricar papel.

(p. 116)

Cita extraída de la obra Historia de la escritura, de Ewan Clayton.

Cuando se temía que los libros de la biblioteca pública transmitieran enfermedades mortales

Si el lector es usuario de biblioteca pública, puede que ya sepa que hay bibliotecas que mantienen los libros devueltos en un periodo de cuarentena más o menos prolongado. No se sabe a ciencia exacta el tiempo que el coronovarius puede sobrevivir en diversas superficies, y aunque se supone que el uso de libros de una biblioteca pública no es un foco de infección potencial ni grave, todas las precauciones son pocas para cuidar a los usuarios de dichas instituciones. Además, no falta un porcentaje del público que está realmente preocupado por el hecho de que los libros de una biblioteca pudieran transmitir el virus.

El pánico hacia los libros de una biblioteca como agentes de infección no es algo nuevo. De hecho, tal y como recoge Smithsonian Magazine en un artículo escrito por Joseph Hayes, a finales del siglo XVIII en el mundo anglosajón se produjo un fenómeno de pánico colectivo denominado “El gran miedo a los libros”.

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Leer es prestar el cuerpo a un escritor desconocido: es servidumbre

En la época moderna se ha identificado el saber leer y escribir con el desarrollo de la democracia libre e informada. […] En la antigua Grecia, el punto de vista era casi exactamente el contrario: como muestra Jesper Svenbro en «Phrasikleia: an anthropology of reading in ancient Greece (1993)», se pensaba que leer y escribir constituía de por sí una amenaza contra la libertad del ciudadano democrático individual cuya independencia de expresión y pensamiento era altamente valorada.

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«Ahora, el aire del campo «abuena» a la gente», o una breve crítica al turismo rural

La figura del campesino ha sido objeto de burlas, exaltaciones románticas, incomprensiones históricas, utilizaciones interesadas y, por último, un abandono despiadado tanto de su historia como de sus condiciones de vida al hilo de la revolución industrial y del apogeo de las ciudades. Todo ello ha impedido formar una imagen mínimamente realista sobre quién es «el campesino» y, lo más importante, sobre cómo los campesinos se ven a sí mismos.

El libro de Marc Badal Vidas a la intemperie es en parte un intento de remediar dicha situación conceptual. El autor repasa, con un estilo poético a la vez que muy informado (abundan las notas a obras de referencia y estudios históricos sobre el campesino y su historia) algunas de esas incomprensiones e injusticias históricas, como la imagen del campesino como sujeto de la revolución y al mismo tiempo como freno a la misma, o el rechazo al campesino como un ser casi brutal con respecto al ciudadano cosmopolita. 

Además, en su obra Badal dedica unos muy interesantes párrafos a la cuestión del turismo rural, que son el objeto de esta entrada.

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¿Quién es fascista?, o el peligro de la ahistoriología en la identificación del fascismo

El fascismo lleva un tiempo de nuevo en la actualidad política y social. Se habla de su vuelta bajo la forma de los populismos de personajes como Trump en EEUU o Salvini en Italia, y de partidos como Vox en España. Se publican nuevos títulos advirtiéndonos de la muerte de la democracia, de cómo el fascismo se infiltra en la sociedad, y del auge del neofascismo en la forma de capitalismo neoliberal.

Tantas son las opiniones implicadas que es natural que busquemos alguna guía que nos permita dilucidar de manera fiable qué es el fascismo y si realmente se puede decir que éste ha vuelto de nuevo. Esa tarea es la que se propuso Emilio Gentile con su breve obra Quién es fascista.

Gentile es una autoridad mundial en el estudio del fascismo histórico, en particular del fascismo italiano de entreguerras, así que es una voz más que legitimada a arrojar algo de luz sobre la posible vuelta del fascismo. En ese sentido, la opinión de Gentile es clara: lo que hoy día podemos llamar fascismo no es en absoluto fascismo.

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Una mayor igualdad económica siempre ha venido acompañada de tristeza

No podemos saber con certeza si los próximos años estarán exentos de las sacudidas violentas que han salpicado la historia desde los albores de la civilización. Siempre cabe la posibilidad, por pequeña que sea, de que una gran guerra o una nueva peste negra destruya el orden establecido y altere la distribución de ingresos y riqueza. Lo mejor que podemos hacer es identificar la predicción más prudente, y es esta: los cuatro igualadores tradicionales [la guerra de masas, el desmoronamiento de estados, las epidemias de gran mortalidad y las revoluciones sociales] han desaparecido por ahora y es improbable que vuelvan en breve. Esto arroja serias dudas sobre la viabilidad de una equiparación en el futuro. Muchos factores contribuyen a las repercusiones históricas y la historia de la nivelación no es una excepción: las medidas institucionales han sido fundamentales para determinar las consecuencias distributivas de las sacudidas compresoras.[…].

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Los orígenes de la lectura silenciosa, y cómo cambió nuestra vida mental y dio luz al sujeto moderno

Cuando pensamos en la lectura, normalmente pensamos en la lectura en silencio. Y es que leer en silencio es un acto que tenemos tan incorporado en nuestras vidas que no parecemos concebir que pueda haber sido de otra manera.

Pero lo cierto es que durante mucho tiempo la lectura en silencio fue más la excepción que la norma: la lectura se practicaba fundamentalmente en voz alta y era para ser compartida. El cambio de lectura en voz alta a lectura en silencio pudo tener importantes consecuencias para nuestra vida mental y para nuestro concepto de sujeto, tal y como argumentan por separado en dos artículos diferentes Thu-Huong Ha en Quartz y Tollef Graff Hugo en Epoché.

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La larga historia de la infoxicación, el motivo de su expansión y lo que nos trajo de positivo

La infoxicación, esto es, el malestar por el exceso de información es sin duda uno de los fenómenos centrales de nuestro tiempo. A la producción de información derivada de la imprenta se ha venido a sumar la cantidad gigantesca de información diaria producida gracias a los medios y plataformas digitales, como las redes sociales. El malestar que nos causa el exceso de información puede ser muy acusado en entornos como el laboral, mediante servicios de mensajería o correo electrónico, pero también atenaza a las distintas esferas de nuestra vida personal.

A pesar de ello, está claro que el exceso de información no es nada nuevo: la infoxicación tiene una larga historia, como nos recordaba Ann Blair en un artículo para Harvard Business Review. Pero además, Blair nos explicaba que la infoxicación no sólo es el producto del exceso de producción de información. Sigue leyendo «La larga historia de la infoxicación, el motivo de su expansión y lo que nos trajo de positivo»

La belleza no salvará a nadie si no sabemos salvar la belleza

si venecia muere

Como le ocurre a quien pierde la memoria, también las ciudades, cuando están aquejadas de amnesia colectiva, tienden a olvidar su dignidad. […]. Hoy hemos olvidado que incluso Atenas llegó a olvidarse de sí misma, pero es conveniente recordar la oscuridad de esa desmemoria si no queremos que esa misma dolencia nos aflija también a nosotros. Las tinieblas del olvido no caen sobre las comunidades de repente, sino que lo hace poco a poco, de manera lenta e inconstante, como un telón que titubea. Para que el telón baje hasta el final, para que envuelva todas las cosas en una noche informe, no es necesaria ninguna conspiración: basta la indiferencia. […] Sigue leyendo «La belleza no salvará a nadie si no sabemos salvar la belleza»