En marzo del pasado año 2020 se inició a escala global un fenómeno que nos ha cambiado la vida: la pandemia del coronavirus.
Las iniciativas y los escritos dedicados a comprender el fenómeno, y cómo nos está afectando, han sido innumerables. En esta entrada queremos recoger una iniciativa bien curiosa: el llamado Mapa de Sonido de la COVID-19 (The COVID-19 Sound Map) del artista e investigador Pete Stollery.
En un artículo para The Conversation, Stollery explica que su interés en el sonido de los lugares le llevó a idear un proyecto en los compases iniciales del confinamiento que siguió a la declaración de pandemia: solicitar la colaboración de personas anónimas para que recogieran sonidos del confinamiento en sus lugares de residencia.
En concreto, Stollery pidió sonidos referentes a:
grabaciones de centros urbanos vacíos, anuncios por altavoces relacionados con la pandemia, cantos de pájaros u otros sonidos que ahora se podían escuchar en ausencia del estruendo urbano normal y nuevos eventos comunitarios (como aplaudir para pedir claves trabajadores). Además del sonido en sí, solicité un texto que reflexionara sobre cómo el sonido era diferente y qué había impulsado al oyente a enviarlo.
Hasta el momento el mapa, elaborado con Google Earth, contiene más de 230 sonidos de 24 países de todo el mundo.
Los comentarios pueden ser de lo más elocuentes:
Es glorioso escuchar tantos pajaritos cantando a lo largo del día desde mi jardín … un pequeño rayo de luz para el confinamiento.
Date un paseo por el mapa, que puedes encontrar en este enlace, para curiosear por los sonidos que el confinamiento dejó por todo el mundo, o lee al completo el artículo de Pete Storelley en The Conversation para conocer la génesis del proyecto, su filosofía, escuchar algunas muestras de sonido y leer ejemplos de comentarios.
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