Si sigues con cierta frecuencia en redes sociales los debates sobre la actualidad quizá te hayas topado con una tendencia curiosa: una especie de diálogo de sordos, en la que todo el mundo acusa a todo el mundo de ser irracional.
Es un fenómeno que se concreta de formas variadas, algunas más llamativas que otras. Por ejemplo: la utilización de citas de escritores / pensadores que claman por la irracionalidad de la gente por parte de personas que mantienen puntos de vista que, al menos en parte, bien podrían ser poco razonables; las acusaciones a los otros de no tener en cuenta la evidencia, aun cuando se esté utilizando la evidencia de una manera muy parcial y sesgada; las acusaciones morales mezcladas con juicios sobre la poca inteligencia ajena, aun cuando la postura que se defiende sea tan dudosamente moral como aquella que se ataca;… Y así un sinfín de otros pequeños ejemplos cotidianos.
Es una de esas cuestiones en las que más vale intentar no moralizar ni aleccionar: todos somos susceptibles de caer en según qué comportamientos, incluidos éste. Aun así, sin ánimo de moralizar, parece interesante intentar profundizar un poco en el fenómeno.